Investigadores de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y la compañía biofarmacéutica Laminar Pharma han mostrado, por primera vez, que el ácido heneicosapentanoico tiene actividad terapéutica en el organismo, mejorando significativamente la memoria espacial de los animales en estudio, una investigación que consistió en la administración del fármaco sintetizado, un ácido graso poliinsaturado hidroxilado, diseñado y patentado por este laboratorio biotecnológico, y comprobar que presentaba efectos terapéuticos contra la enfermedad de Alzheimer.
El profesor Manuel Torres, que es científico en la UIB, lleva años investigando en fases avanzadas la eficacia farmacológica de los ácidos grasos insaturados sintéticos para tratar patologías causadas por neurodegeneración. Por otra parte, los autores de este estudio explican que dicho hallazgo permite que se pueda patentar el uso del ácido heneicosapentanoico como molécula terapéutica y como biomarcador para la monitorización de tratamientos en futuros estudios clínicos con la molécula estudiada, denominada DHA-H.
Pablo Escribá
El doctor Pablo Escribá, que es el consejero delegado de, con sede en el Parc Bit de Palma de Mallorca, señala que llevan una década estudiando las alteraciones lipídicas que se producen en la membrana celular en diversos procesos patológicos, desde el cáncer hasta la enfermedad de Alzheimer.
Además, dicho investigador destaca que “la evidencia presentada en este trabajo sugiere que la conversión metabólica de la molécula precursora DHA-H en HPA podría representar un evento clave en los efectos terapéuticos de DHA-H contra enfermedad de Alzheimer”.
Enriquecimiento cerebral
Gracias a esta conversión, continúa Pablo Escribá, “el tratamiento con DHA-H da lugar a un enriquecimiento cerebral de HPA, una molécula muy particular en su estructura, pues los ácidos grasos de cadena impar como el HPA suelen presentar muy bajas concentraciones en el organismo humano y su metabolismo difiere de otros omegas-3 de cadena par y bien conocidos como el propio DHA y el EPA”.
Dicha investigación recibió ayudas económicas de la Dirección General de Innovación e Investigación del Gobierno de Baleares (proyectos PROCOE/5/2017 y FPI/2063/2017) y el Ministerio de Economía y Competitividad (RTC-), ambos con colaboración de los Fondos Europeos para el Desarrollo Regional (FEDER).
