Política y Sociedad Según la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Bamberg

La Covid-19 trae una segunda pandemia en forma de problemas de Salud Mental para todos

Especialistas reunidos en un encuentro desarrollado por la han confirmado que la enfermedad causada por la Covid-19 conlleva una segunda pandemia que se traduce en diversos problemas de Salud Mental entre los ciudadanos.

Esta afirmación, apuntada ya por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue acreditada durante la jornada centrada en la ‘Salud Mental tras más de un año de pandemia‘, en la que se puso el acento en los desarrollos mentales derivados de haber padecido la nueva enfermedad, por el ejercicio diario de los profesionales sanitarios y en el caso de los pacientes crónicos del área psiquiátrica y aquellos especialmente expuestos al agravamiento de sus brotes.

Ignacio Para

Más estrés y ansiedad

El presidente de la Fundación Bamberg, Ignacio Para Rodríguez-Santana, constató en su discurso de apertura el incremento del estrés, la ansiedad, la angustia y las preocupaciones experimentadas por los ciudadanos durante la pandemia del Covid-19.

Un hecho respaldado por el anuncio realizado por la OMS a finales de 2020 de que la pandemia vírica había entorpecido o bloqueado la actividad asistencial en los servicios de salud mental en el 93 por ciento de los países del mundo, con una rémora de secuelas psicológicas para los pacientes más vulnerables.

En ese sentido, recordó Para que la infección por el virus SARS-CoV-2 tiene en muchos casos efectos directos sobre el cerebro que se traducen en alteraciones neurológicas. Cuadros que también se pueden agravar por las perniciosas respuestas inmunes que se pueden desatar en el órgano supremo.

Destacó también fenómenos como el estrés post traumático, la ansiedad y la depresión que experimentan las personas fuertemente afectadas por la nueva enfermedad, al haber convivido con la posibilidad muy real de fallecer.

Pandemia de síntomas

El presidente refirió también en sus palabras de bienvenida que fue la propia OMS la que alertó en los primeros compases de 2021 sobre la fatiga pandémica y el impacto en la salud mental del primer año de una nueva enfermedad que llegó también para infligir daño psicológico, específico y no específico, a la población general y de forma muy acusada a las personas con patología mental previamente diagnosticada.

Concretamente, y según un estudio del Elma Research Institute, afirmó el directivo que el 58 por ciento de los ciudadanos europeos reconocieron haber experimentado síntomas psicológicos con duración superior a los 15 días desde marzo de 2020. Porcentaje que, en el caso de España se elevó al 69 por ciento.

Impacto mental en España

Precisamente sobre el país, Para precisó que las personas sujetas al área de salud mental se acercaban a los tres millones al inicio de la crisis sanitaria. En coincidencia muchas veces con tres millones y medio de personas que viven en una soledad no buscada.

En un contexto agravado por el aislamiento social que conduce a mayores tasas de sobreingesta de alcohol y sustancias adictivos, abusos domésticos y hacia los menores, acosos cibernético, duelos inacabados, estrés económico, paro laboral, ausencia de vivienda y cese de las relaciones sociales.

Situación a la que no fueron ajenas incongruencia de las normas sociales y en el que también aumentan las tentativas de suicidio. Hecho irreversible que aumentó su riesgo en un 30 por ciento, capaz de elevar la cifra de 4.000 suicidios al año con diez fallecimientos al día de media.

Aludió también el presidente al aumento del 40 por ciento en el consumo de psicofármacos para refrenar los casos de insomnio, deterioro cognitivo, las cefaleas y los trastornos de la alimentación. Dentro de un panorama, acotado por el del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en el que el 35 por ciento de la población española refirió haber llorado frecuentemente durante la epidemia, con un 15 por ciento de ataques de ansiedad, agresividad intrafamiliar infantil del 41 por ciento y un 42 por ciento de trastornos del sueño.

En palabras de Para toda esta situación se vio claramente ensombrecida por las restricciones a la libertad que sufre el país desde marzo de 2020, las informaciones falsas, o percibidas como engañosas en todo momento, y la crispación política que sacude al país.

A lo que opuso la necesidad de contar con un plan de acción a escala nacional que vaya más allá de los registros clínicos y dé soporte a los profesionales sanitarios y atención psicosocial a los pacientes y sus familias. Habida cuenta también, reparó, de que la grave crisis económica que atraviesa España dispara igualmente los problemas de salud mental.

Reflexiones varias

Pese a lo anterior, asumió el presidente que son necesarias dosis muy altas de ilusión y optimismo para dar nuevos bríos al país y anular los problemas descritos. Para superar, entre otras cosas, repetir torpezas como la realización de teleasistencia mediante centrales de llamadas, call centers, no atendidas por sanitarios, como ocurrió en algunos territorios.

Dentro de una preocupación colectiva por los fenómenos de salud mental que se ceban con mayor rigor en la población joven. Un colectivo que, paradójicamente, se ha visto menos afectado clínicamente por los efectos de la Covid-19.

Apostó Para, además, por los confinamientos selectivos de las personas más vulnerables con los medios necesarios. Al ser esta una medida más racional que las decisiones de inspiración medieval que, si tuvieron alguna justificación, no fue más allá de la primera ola

Igualmente, criticó el presidente que el personal asistencial de la Atención Primaria (AP) tuviera que asumir tareas de control epidemiológico, para descontento de profesionales y pacientes. A la espera de que, de una vez, se cumpla el decálogo para la AP que tanto propugna la Fundación Bamberg, para hacer de este nivel asistencial el centro de la atención sanitaria.

La industria como fiel aliada

Así mismo, Para declaró que no cejará en sus esfuerzos para que la industria farmacéutica sea percibida socialmente como el aliado que realmente es del SNS. No dejó tampoco el directivo de traer a la memoria al psiquiatra Juan José López Ibor, desaparecido hace ya 16 año, y que fue tan preclaro al afirmar que no hay compensación anímica para el paciente de salud mental, si falla alguno de los pilares de la personalidad, como son su realidad social y laboral, la familiar y el soporte terapéutico.

Hoy día, señaló, en el que todo el mundo habla de pandemia psiquiátrica, desde el presidente del Gobierno hasta el último ciudadano, ante una situación tan precisamente prevista como nulamente prevenida.

Políticos en su lugar

En el turno de preguntas, el presidente Para recogió una formulada por Rosa María Ventura, sobre el incremento en las tentativas de suicidio desde que empezó la pandemia. Además, Para instó a que los profesionales sanitarios y las agrupaciones de pacientes propongan su propio plan de reconstrucción psicológica, pero sin contar con los políticos. Sin quitar mérito, no obstante, a las iniciativas que actualmente se desarrollan en el Senado de la nación, según aclaró.

Agradecimientos escogidos

Como consideró justo recalcar, el presidente Para expresó el enorme agradecimiento de su entidad y suyo propio a las compañías Takeda, Lundbeck y Mentalia Salud como patrocinadores del encuentro. Al proveer también, según sus palabras, enfoques, soluciones y tratamientos dirigidos a evitar o reducir los problemas de salud metal.

Gratitud que dirigió especialmente a Vicente Martínez Fernández, Susana Gómez-Lus y Alvaro Abascal Castañón, participantes en la reunión, y sin olvidar en ningún momento el apoyo ininterrumpido aportado por ASISA y el grupo Ribera Salud.

Antonio Alarcó

Plan de reconstrucción psicológica
El  portavoz de Sanidad y Consumo del grupo del Partido Popular en el Senado de España, el doctor Antonio Alarcó, asumió  como muy oportuna la celebración del encuentro, al tener muy presente que hay en el país tres millones de personas con diagnóstico psiquiátrico, y millones también de personas que viven en soledad a su pesar.
Alarcó, que también es catedrático de cirugía y vicepresidente mundial del Colegio Internacional de Cirugía, habló del plan de reconstrucción de salud mental estructurado y no improvisado que se pergeña en la Cámara Alta.
Avanzó este senador que se perfila en esa parte del Parlamento un plan estratégico que debe incluir una importante campaña de concienciación y visualización en los entornos educativos y sanitarios para evitar con efectividad los casos de autolisis y suicidio, en línea con la OMS.
Incluyó esta línea de trabajo dentro de una estrategia nacional de salud mental que debe estar suficientemente dotada de medios. Para corregir, entre otras cosas, déficits como que España tenga una ratio de psicoterapeutas en su sistema sanitario siete veces inferior a la media europea.
Zoonosis desde China
Frente a la infodemia, o intoxicación informativa que acecha a la población general durante la pandemia, Alarcó advirtió que está no ha pasado y que las olas de infección son sus picos en forma de dientes de sierra. Al tratarse de un mal de génesis zoonótica como séptimo coronavirus salido de China y cuya expansión se debió a la falta de libertad de prensa en el país asiático.
Un tsunami muy visible en el sufrimiento que causa y al haber subvertido los estilos de vida de la población mundial. El político y cirujano adelantó la posibilidad de que el país cuente, en su momento, con un plan de reconstrucción psicológica, aunque dio sobrados argumentos para su urgencia.
Omnipresente Dr Google
Para frenar dicha infodemia, propuso arbitrar medidas políticas que también tengan en cuenta que el 87 por ciento de los españoles confiesa haber consultada con el Dr Google algún problema de salud, en algún momento de su biografía. Todo ello para poner coto a las falsedades que circulan impunemente por la red de redes y sin que las sociedades científicas puedan tener un eco equivalente que disperse los infundios.
Concluyó el senador con alusión a la necesidad de sobreponerse a la primera enfermedad globalizada del siglo, responsable de que las consultas se hayan disparado un 25 por ciento en Psiquiatría, con gran impacto en los profesionales asistenciales de primera línea.

José Martín Zurimendi

Situación en el País Vasco

Tras las palabras de Alarcó, la primera sesión presentada por el presidente Para se focalizó en los ‘Nuevos enfermos y la evolución de la cronicidad‘, dentro del área de salud mental y durante la pandemia de Covid-19.

Como primero en hablar, el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de Galdakao, el doctor José Martín Zurimendi, advirtió que, desde que el nuevo coronavirus llegó a nuestras vidas, el paciente psiquiátrico llega más tarde, y en peor condición anímica, a las urgencias de salud mental.

Donde se observa una gran presión asistencial en el estrato poblacional infanto juvenil, al darse frecuentes agravamientos en los casos de los adolescentes con adicciones y trastornos bipolares, por ejemplo. Para Zurimendi este es un mal momento para enfermar, de cualquier patología, pero especialmente también en esta área. Porque se dispara la hipocondria, el desgaste del aislamiento y los cuadros generalizados de ansiedad.

De héroes a punching ball

Sobre los profesionales sanitarios, razonó que en la primera ola temieron por su vida y por la de sus familiares, mientras que ahora les invade un profundo sentimiento de cansancio, a la vez que han pasado de merecer aplausos públicos a ser la diana de algunos ciudadanos airados. Algo que en su área de salud se procura paliar con sesiones de mindfulness.

Zurumendi, que también es secretario del consejo asesor de salud mental del departamento de Salud del Gobierno Vasco, refirió que enfermería intentó dar respuesta en las urgencias a la situación de desbordamiento generalizada y de aumento de los suicidios.

Por un modelo integrador

Afirmó además que es el momento de la salud mental en sentido amplio y con un enfoque más integrador. Solución que pasará, a su juicio, por retomar el esquema de equipos de salud mental, desvirtuado por la pandemia. En un tiempo también para la prevención y para recuperar intervenciones sencillas que puedan evitar desarrollos psicológicos negativos en el tiempo.

Estrategia a la que se aplica, puso como ejemplo, la escuela de salud con páginas de ayuda que ofrece la administración de su comunidad autónoma a los ciudadanos. Por último, y como riesgos presentes a evitar, Zurumendi citó la disociación entre la psiquiatría y la psicoterapia.

Blanca Reneses

Cuatro tipologías poblacionales

La  jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, la doctora Blanca Reneses, habló de cuatro colectivos bien diferenciados al poner en relación la Covid-19 y la salud mental, aunque también compartan aspectos cruzados.

Concretamente, se refirió a la población general sin antecedentes y en la que los trastornos debutan por primera vez. Además de la población con patología mental ya diagnosticada y afectada por la discontinuidad asistencial. Junto a los pacientes de Covid-19 muchos de ellos graves y, por último el colectivo profesional de primera fila que expresa condiciones de salud mental después de toda la presión asistencial padecida.

Aludió Reneses al número de la revista The Lancet, publicado el pasado seis de abril, según el cual 230.000 registros clínicos demuestran que una cohorte de pacientes de Covid-19 refieren mayores tasas de ansiedad, depresión, insomnio, episodios psicóticos y consumos de tóxicos, que la cohorte de personas con gripe y otras patologías respiratorias; dentro de lo que definió como una evidencia robusta.

Desde el Clínico San Carlos

Desde su experiencia, en un hospital de referencia que atiende a 600.000 personas en el Noroeste de la Capital, Reneses destacó el aumento del 30 por ciento en la cifra de nuevas consultas de su servicio, muchas de ellas derivadas desde AP para pacientes de 16 a 25 años de edad.

Al haberse disparado la ideación autolítica y las tentativas de suicidio entre los adolescentes. A la vez que la población de personas mayores también se ha visto severamente afectada por la pandemia, como explicó esta psiquiatra.

Acierto de IFEMA y Zendal

Elogió Reneses el trabajo en red que se realizó anteriormente desde el hospital de campaña de IFEMA y ahora desde el Hospital Enfermera Isabel Zendal, al descongestionar eficazmente las plantas y las urgencias del resto de las infraestructuras hospitalarias capitalinas.

En unión también al acierto de haber contado con arquitecturas hospitalarias que permitieron el desdoblamiento de las zonas Covid y las zonas limpias. Aboga, así, por incrementar las intervenciones más eficientes y por sumar la mayor psicoterapia posible con soporte emocional para los jóvenes. Al balancear los recursos para dar más tiempo de tratamiento a los que más lo necesiten, según argumentó.

Fernando de Uribe

Contención en Castilla y León

El jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Clinico Universitario de Valladolid, el doctor Fernando de Uribe, también reparó en un especial impacto negativo de la pandemia en la salud metal de muchos jóvenes, profesionales asistenciales y niños, al quedar estos últimos en su caso fuera de las dinámicas escolares.

Según su opinión, el sistema sanitario ha podido recuperar la actividad en salud mental previa a la llegada de la pandemia, al llegar menos pacientes a los dispositivos. Con una reducción comparada entre los primeros meses de 2019 y 2020 del siete por ciento de las consultas y del 25 por ciento en las listas de espera.

Que se traducen en un 25 por ciento menos de ingresos, sin que por ello suba la afluencia a las urgencias, que también cayeron un 23 por ciento. A la vez que, estimó, los suicidios se redujeron del 49 al 40 por ciento, en un contexto de menor presión asistencial también extensible a los primeros meses de 2021, según este psiquiatra.

Dentro de una realidad explicable porque, como reflexionó el ponente, se privó a los jóvenes de un año de su vida, que es mucho a esas edades, con supresión incluida de sus círculos de iguales. Por lo que ahora su departamento cuenta con un servicio reforzado de atención remota a menores, como añadido a las consultas e intervenciones físicas.

Más varones en autolisis

Como rasgo también detectado por otros ponentes, este jefe de servicio confirmó una mayor demanda de atención para la población infantil, fundamentalmente debido a problemas emocionales e ideaciones de muerte. Mientras que también se registró una mayor tendencia a las autolesiones y las ideaciones suicidas en los varones que en las mujeres, con ruptura de la secuencia histórica.

Al lado de la reducción de la demanda ambulatoria, sin contar el desbordamiento en las conductas alimentarias y una mayor necesidad de estancias medias, este psiquiatra aludió a un mayor consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Así mismo, también percibió una gran afectación en muchos profesionales sanitarios.

Josep Antoni Ramos-Quiroga

Anticipado que no previsto

El jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebron, el doctor Josep Antoni Ramos-Quiroga, lamentó que las predicciones se hayan cumplido, en términos de incremento de la depresión y la ansiedad, además de darse mayor número de tentativas de suicidio.

En una zona de influencia sanitaria como la suya, que alcanza a los 450.000 habitantes. Población en la que se ha registrado un aumento del 27 por ciento más de intentonas de acabar con la propia vida en adolescentes de la zona Norte de Barcelona.

Se refirió, por otro lado, a que el confinamiento oficial primó el bienestar de los animales de compañía, en sus salidas diarias, como contraste a las necesidades de las personas con patología mental, al margen de la discapacidad mental o el espectro del autismo. Mientras que, ahora, tampoco se prioriza la vacunación del colectivo de pacientes de Salud Mental, salvo algunos casos de esquizofrenia, y después de las personas con órganos trasplantados o esclerosis múltiple, según observó.

Aludió, en otro aspecto a los 40 ingresos domiciliarios que hubo que organizar para evitar los contagios de Covid-19. De lo que extrajo la necesidad imperante de la salud digital para la salud mental, con idea de ofrecer a los pacientes de un mejor acceso, a la vista de lo que está por llegar.

Administraciones que estigmatizan

Rechazó Ramos-Quiroga el manifiesto desdén por la salud mental en la figura de aquellos que dotan este espacio asistencial de los necesarios recursos. A la vez que, lamentó, que muchas administraciones sean responsables de mantener vigentes los estigmas.

Sobre su comunidad autónoma, explicó que ofrece cauces para la gestión emocional, además de ofrecer cribados familiares y opciones de derivación. Además de disponer de un programa específico dirigido a evitar las autolesiones en los adolescentes con seguimiento posterior al alta en urgencias.

Luis Beato

Escasez de camas

El jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario de Ciudad Real, el doctor Luis Beato, compartió los problemas que supuso que su área de influencia fuera duramente castigada durante el primer pico de pandemia.

A la vez que hubo que reservar las camas no cedidas para el abordaje de la Covid-19 a los pacientes más descompensados mentalmente. Hasta el punto de que sólo se pudo disponer de 15 de las referidas camas que hoy, afortunadamente, se elevan a 28, aunque antes fueran 50.

Destacó también Beato un aumento en las conductas adictivas sin sustancia, a la vez que se mantuvieron constantes las otras. Junto a un incremento de los trastornos de la conducta alimentaria y sin que se hayan definido todavía los alcances de los perjuicios somáticos.

A pesar de que bajó la lista de espera en psicología, a diferencia de la de los psiquiatras. Destacó este ponente el apoyo psicológico brindado en su área a los compañeros afectados por la Covid-19, aunque este soporte se vio limitado farmacológicamente por no ser pacientes estrictos de salud mental.

Más hospitalización en casa

Además, hizo mención a la unidad de hospitalización abierta de la que dispone actualmente para los pacientes agudos, a completar con el programa de hospitalización domiciliaria que ya se había diseñado antes de la pandemia. De forma que se dispondrá de manera constante de diez camas de hospitalización en sendas casas de los pacientes.

Igualmente aludió al refuerzo de Atención Primaria con tres psiquiatras encargados de tareas de coordinación, para hacer frente al incremento de los cuadros depresivos graves y otros trastornos severos que deberían llevar al empoderamiento de los profesionales de este nivel asistencial. No se olvidó, finalmente, de recordar que hay pacientes que, por su patología mental de base, no pueden seguir adecuadamente los protocolos de prevención de la Covid-19.

José Manuel Carrascosa

Pacientes postergados

Por su parte, el director gerente del Instituto Psiquiátrico SSM José Germain de Leganés, el doctor José Manuel Carrascosa, confirmó la desprotección sufrida por los pacientes con patología mental grave y en situación de deterioro progresivo al haber cesado los servicios sociosanitarios con la llegada del SARS-CoV-2.

Por lo que consideró oportuno mejorar la coordinación asistencial y proveer al sistema sanitario de más camas de media estancia. Al coincidir con otros ponentes, también requirió un mayor soporte y seguimiento para los pacientes jóvenes, severamente afectados en muchos casos desde que se desató la pandemia.

Vicente Martínez

Distanciamiento, vulnerabilidad y fragilidad

El jefe de neurociencias médicas de la compañía farmacéutica Takeda en España, el doctor Vicente Martínez, aseguró que la pandemia no ha traído enfermedades mentales nuevas pero sí ha agravado la forma de sufrirlas por las personas afectadas. Después de un año muy duro, y lo que sigue, en el que la falta de libertad y los sesgos en la información desconciertan con mayor gravedad a los colectivos más vulnerables.

Nueva normalidad líquida

En esta suerte de modernidad líquida que describió Zygmunt Bauman, estimó que la inestabilidad circundante y propia de las personas precisan mayores cargas de versatilidad. Al tener muy presente que la superposición de crisis condensadas por la pandemia aún están muy lejos de concluir.

Como parte de esta problemática, lamentó Martínez Fernández que el gran esfuerzo industrial realizado para disponer de vacunas, junto a la búsqueda sin freno por lograra nuevos tratamientos para la Covid-19, todavía no es todavía nítidamente percibida por la sociedad.

Ignacio López Balboa

El dolor de vivir

La segunda sesión, que versó sobre los nuevos retos que se plantean para la gestión en los servicios de Salud Mental, el doctor Ignacio López Balboa, que es patrono de la Fundación Bamberg, dio su más cordial bienvenida a los muy destacados psicólogos, psiquiatras, gestores y responsables de las políticas sanitarias asistentes y participantes

Desde su querida y luminosa “Galifornia”, al disfrutar Galicia de un momento de sol, Balboa tuvo una especial alusión para la arquitectura de esta área sanitaria implementada por el doctor Luis Ferrer i Balsebre, al haber sido siempre partidario de suprimir, en lo posible, el dolor de la vida que supone coexistir en las sociedades avanzadas.

Hospitales, ancianidad y soledad

Aunque citó a Charles Mayo, uno de los fundadores de las Clínicas Mayo, cuando dijo que hay que alejar cuanto antes a los pacientes del sombrío abrazo de los hospitales, el patrono también reconoció que las dificultades se agravan, sobre todo en tiempos de pandemia, cuando el paciente vuelve a casa, si es mayor y si está solo y vive en un medio tan disperso geográficamente como el gallego.

En su clausura del acto, López Balboa, reconoció que la pandemia sorprendió a todo el mundo con el pie cambiado, para lo que hubo que acelerar aprendizajes para sobrevivir en una realidad que se había vuelto del revés. En la que resulta vital proteger a las personas del área de la salud mental, dado que las vacunas para la Covid-19 no podrán solventar todos nuestros problemas.

Entre Jodorowsky, Bergman y Juncker

A todo ello replicó con el deseo de intentar sobrevivir, con los precarios medios que nos da la existencia, en pensamiento de Alejandro Jodorowsky, o como dijo la bella Ingrid Bergman, cuando afirmó que, ya sea por arte de providencia o del cosmos, la felicidad radica en tener tan larga la salud como la memoria corta.

A pesar, siempre Balboa con su cervantina socarronería, de que Jean-Claude Juncker, recogiera que su experiencia como presidente de la Comisión Europea la idea de que los políticos, a cualquier escala, saben muy qué tienen que hacer para mejorar la vida de las personas, en un discurso que suele diferir diametralmente del que les reporta votos.

María Tajes

Proyectos en Galicia

La jefa del servicio de salud mental y drogodependencias del Servicio Gallego de Salud, SERGAS. S. G., María Tajes, habló de su trabajo para potenciar las estrategias de prevención del suicidio y mantener también la atención a las necesidades mentales de la población infanto juvenil.

Dentro de una programación que resultó alterada por la llegada de la pandemia y su efecto en los recursos humanos asistenciales. Con el resultado de que hubo que redefinir los 97 proyectos iniciales en junio de 2020, además de encauzar la atención comunitaria a los trastornos más severos. Con la buena noticia, compartió sin embargo, de que hoy ya existen cinco de esos proyectos debida y claramente priorizados.

Como miembro de la dirección general de asistencia sanitaria de Galicia, Tajes aseguró que también se prima la asistencia a las personas mayores en situación de aislamiento, en paralelo a haber reforzado las plantillas de las unidades multidisciplinares con más de 130 nuevos profesionales sanitarios, entre los que citó 30 psiquiatras, un crecido número de psicólogos y un aumento significativo de otros perfiles.

Auguró, además, que las nuevas tecnologías serán notablemente potenciadas en Galicia para el seguimiento de la patología mental y la atención a las personas en situación de dependencia y gran dependencia.

Teresa Rodríguez Cano

Videoconsultas en Castilla-La Mancha

La coordinadora regional de Salud Mental del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), Teresa Rodríguez Cano, disertó sobre sus programas de enlace y acerca de la estratificación de los riesgos de conductas autolesivas en su región, además de citar las prestaciones normalizadas, los indicadores de resultados y el servicio de videoconsulta, capaz de ir de la gestión de las citas a todos los procesos de apoyo.

Todo ello, aseguró, desde una clara orientación a los profesionales, dentro de un salto cualitativo que permite mantener la continuidad asistencial en coordinación con la esfera comunitaria y con reflejo detallado en las historias clínicas.

Al afirmar igualmente que su departamento cree firmemente en la necesidad de salir de los despachos para progresar en la resilencia del sistema y ofrecer así mejores prestaciones a los ciudadanos con o sin condiciones de salud mental, aunque con la vista puesta en los primeros y sus familias.

Ana Iritia

En tierra de nadie

La presidenta de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME), Ana Cristina Iritia, señaló afectación por Covid-19 en toda la población, agudizada además por la soledad y los aprietos económicos. Aunque también recordó que todos estos problemas son aún más devastadores cuando coinciden en personas con afecciones y desarrollos del área de salud mental.

La representante de pacientes aseveró que su entidad tiene que suplir las deficiencias de los poderes públicos, como fue al principio de la primera ola la paralización de los recursos rehabilitadores. Situación de la que salió del paso, con sus propios recursos, mediante atención telemática y asistencia psicológica por teléfono según las exigencias de la pandemia. A falta de unas mayores inversiones públicas que, espetó, no acaban nunca de llegar.

Como sugerencias, Ana Cristina habló de cómo contar con un mayor número de profesionales, de priorizar al colectivo en la vacunación y de acabar con la discriminación y los estigmas. Fundamentalmente, para evitar que las personas caigan en tierra de nadie, cuando no son atendidos ni por un ámbito asistencial ni por otro.

Óscar Fernández Torre

Geropsiquiatría en red

Recién llegado al puesto de coordinador de la salud mental en el Servicio Cántabro de Salud, Óscar Fernández Torre, glosó la evolución de la asistencia a los colectivos afectados en su territorio, con repaso a una atención remota que había sido programada varios años anteriores de la llegada de la pandemia.

Según refirió, desde abril de 2020, fue posible llevar la psiquiatría hasta los centros de mayores, a pesar de que entonces estaban clausurados. De forma que la geropsiquiatría pudo integrarse sin contratiempos al sistema de telemedicina adoptado para toda la región.

Mercedes Navío

Sin tintes apocalípticos

La coordinadora regional Salud Mental y Adicciones de la Comunidad de Madrid, la doctora Mercedes Navío, explicó que ya se ha ejecutado el 75 por ciento del presupuesto de 33 millones de euros destinado al plan previamente previsto para el periodo 2018–2020.

Factor que, según sus palabras, dotó al sistema asistencial de alguna mayor resilencia para amortiguar el impacto de la pandemia en el área de salud mental, desde los pasados meses de marzo y abril. A lo que se sumará una próxima incorporación cercada a los 200 profesionales de distintos perfiles. Psiquiatras y psicólogos, entre otros, que añadir a los 60 nuevos efectivos, también de distintas disciplinas del Plan específico Covid de la CAM.

Expresó Navío que es prioridad de su departamento la atención psiquiátrica a niños y jóvenes como prioridad. Por existir un diez por ciento de incremento en las tentativas de suicidio, no así en los casos de muertes confirmadas por decisión del fallecido.

Interconsultas y duelos

Aludió, además, a la atención específica destinada a los profesionales sanitarios, los refuerzos de las interconsultas y el acompañamiento en los duelos complejos que, según sus cálculos, supusieron el 15 por ciento.

Finalmente, y en relación con la política nacional, encontró lesiva la competencia por los profesionales de salud mental en la que incurren algunos territorios. Por lo que pidió al Ministerio de Sanidad que aumente la oferta de profesionales sanitarios de esta área.

Álvaro Abascal

Colaboración público privada en Madrid

El director general de salud mental y área corporativa de Mentalia Salud, Alvaro Abascal, describió la presencia de su corporación en España, dotada con 13 centros y 600 profesionales para atender a 1.000 pacientes. Además de estar próximo a poner en marcha su programa de atención domiciliaria, como adelantó.

Destacó además el carácter pionero en la Comunidad de Madrid de la unidad de media estancia para población infanto juvenil que se localiza en la población serrana de Guadarrama y que pudo responder satisfactoriamente a su juicio a las necesidades surgidas durante la pandemia. Dado que su grupo se adapta a los requerimientos autonómicos y de ordenación de las plantillas dentro de un esquema de colaboración público privada.

Muchas bajas por Covid-19

Pese a ello, su corporación acusó el impacto de la nueva enfermedad en las bajas que alcanzaron al 60 por ciento de dichas plantillas, desde una activa gestión realizada desde el departamento de recursos humanos, desde que empezó la pandemia.

No obstante, y para todo el sector, detectó un problema ya conocido de falta de personal especializado, sin que esto impida que su grupo esté en fase expansiva. Además, y en el plano nacional, reclamó que parte de los fondos que lleguen de Europa vayan a financiar la atención en salud mental.

Susana Gómez-Lus

En busca de respuestas

La directora médica y de acceso al mercado de Lundbeck, la doctora Susana Gómez-Lus, considera más necesario que nunca mantener viva la investigación biofarmacéutica para dar respuesta a las personas con enfermedades psiquiátricas. A pesar de las dificultades, significó, que representa la pandemia para mantener la adherencia a los tratamientos en línea de continuidad.

Gómez-Lus celebró el cuarto de siglo de la compañía en España, al margen de que el último año haya sido difícil para todos. Aunque esto no impidió, como destacó, revalidar la importancia del The Brain Prize, como nobel de las Neurociencias auspiciado por la Fundación Lundbeck y el trabajo convergente también desarrollado desde la Lundbeck Academy.

Como Alarcó, esta directiva sugirió la difusión de campañas de educación y sensibilización en las que participen activamente los profesionales asistenciales y los pacientes. A la vez que se lucha contra el estigma en salud mental, como hace su propia compañía con campañas centradas en la depresión y el trastorno bipolar. Al recalcar también que la salud mental requiere medios y una mayor prevención, además del trabajo estrecho con los profesionales.

Mario Mingo

Arte de síntesis

El presidente del Consejo Asesor de la Fundación Bamberg, el doctor Mario Mingo, cumplió nuevamente su ya inexcusable cometido de resumir las ideas centrales expuestas por los ponentes invitados. Entre ellas, recogió la idea de que los pacientes de salud mental han cambiado, aunque las patologías psiquiátricas sean las mismas.

En esta segunda pandemia ya enunciada por la OMS en la que el 69 por ciento de los españoles ya han declarado su sintomatología superior a los 15 días. Junto al aumento de las ideaciones y tentativas de suicidio de los jóvenes, los millones de mayores agarrotados por el aislamiento y miles de adolescentes descompensados anímicamente por una crisis que no parece tener fin.

También constató Mingo que las asociaciones de pacientes asisten a este drama colectivo y reclaman a la vez mayores recursos y una mayor cercanía y comprensión por parte de las autoridades. En consonancia con respuestas ya adelantadas sobre el panorama post Covid que se prefigura, como se apunta en la Comunidad de Madrid y Galicia. Aunque falten, sin duda personal, consultas y centros de día en el común de los territorios.

Más consultas y ensayos clínicos

También consignó Mingo el acuerdo de los ponentes sobre la función de la industria y la necesidad de potenciar las vías de colaboración público privada. Además de destinar parte de los fondos europeos que reciba el Estado al área de salud mental, además de estimular las políticas de prevención y prodigar más los ensayos clínicos. Con el mejor de los deseos, también anotado por Mingo, para que la iniciativa senatorial varias veces aludida contribuya a un efectivo plan nacional de reconstrucción psicológica.

Covid-19 y desnutrición

Para concluir, el presidente Para invitó a los presentes a participar en el próximo encuentro de la Fundación Bamberg, que se celebrará el 22 de abril y llevará por tema el abordaje de la desnutrición después de la Covid-19. Cita a la que también acudirán muy destacados especialistas con objeto de aportar la información más actualizada y relevante al respecto.