En el panorama actual, una tendencia cada vez más predominante es la de aquellos que buscan apropiarse e imponernos a todos su visión particular de la ciencia, la medicina y la ética. Este grupo, que podríamos denominar como la 'secta de los escépticos', tiene una postura dogmática y negacionista que desafía las convenciones establecidas en estas áreas críticas.
La Amenaza del Dogmatismo
El problema radica en que esta postura no es simplemente un intercambio legítimo de ideas, sino un enfebrecido acoso que es promovido por lo que muchos consideran una industria pseudocientífica. El escepticismo, en su esencia más pura, está diseñado para desempolvar la verdad y desafiar lo establecido; sin embargo, lo que observamos en estos sectores es una resistencia activa a aceptar cualquier evidencia que no se alinee con sus creencias preconcebidas.
El Rol de la Industria Pseudoescéptica
Esta industria no solo se dedica a cuestionar las verdades aceptadas sino que también recurre a tácticas agresivas para desacreditar investigaciones y expertos. Este enfoque obstinado no va sólo en detrimento de los avances científicos, sino que también erosiona la confianza pública en las instituciones médicas y científicas. Así, las consecuencias son más profundas y afectan no solo a la comunidad científica, sino a todos los aspectos de la vida cotidiana.