La pandemia de COVID-19 sigue evolucionando, y con ella, las amenazas y retos para la salud pública surgen en cada ola. La quinta ola, a menudo descrita como una de las más desafiantes, ha puesto una presión renovada sobre los sistemas de salud ya sobrecargados. Entre los más afectados en este escenario se encuentran los pacientes crónicos, quienes se sienten más ignorados y desatendidos que nunca.
Los Retos que Enfrentan los Pacientes Crónicos
Los pacientes con enfermedades crónicas han experimentado un acceso reducido a los servicios médicos durante la pandemia, debido al enfoque abrumador en la gestión de los casos de COVID-19. Con la llegada de la quinta ola, la presión sobre los hospitales y clínicas ha aumentado, dificultando aún más la atención continua que estos pacientes necesitan.
Impacto en la Calidad de Vida
El descuido en la atención médica de las enfermedades crónicas no solo afecta la salud física de los pacientes, sino que también tiene un impacto significativo en su calidad de vida. La ansiedad y el estrés asociados con el acceso limitado a los cuidados médicos pueden exacerbar los síntomas existentes y llevar a un deterioro general del bienestar mental.
Necesidad de Políticas de Salud Más Inclusivas
En este contexto, es crítico que las políticas de salud evolucionen para incluir y priorizar a los pacientes crónicos incluso durante las crisis sanitarias globales. La implementación de estrategias de atención integradas y el fortalecimiento de los sistemas de telemedicina son pasos fundamentales hacia la mejora de la atención sanitaria para estos grupos vulnerables.