La estrategia Cero Covid, implementada por algunos países como China y Nueva Zelanda, buscaba erradicar el coronavirus mediante un control intensivo de los casos a través de confinamientos estrictos y restricciones de viaje. En teoría, al reducir a cero los contagios comunitarios, sería posible mantener la economía abierta sin recurrir a largos periodos de cuarentena. Sin embargo, tras más de dos años de pandemia, la pregunta sigue siendo si esta estrategia es sostenible a largo plazo.
Éxitos de la Estrategia Cero Covid
En un inicio, algunos países lograron mantener cifras de contagio bajas, ofrecen un panorama optimista sobre la eficacia de la estrategia. Nueva Zelanda es un ejemplo claro, donde las fronteras cerradas y una rigurosa política de pruebas y rastreo mantuvieron el virus controlado durante gran parte de 2020 y 2021.
Desafíos y Fracasos
En contraste, la ciudad de Hong Kong reveló las limitaciones de una política de cero covid. A pesar de los esfuerzos, la variante ómicron rompió la barrera, exponiendo las deficiencias en la infraestructura sanitaria y la fatiga social. Así, el enfoque cero covid se enfrenta a críticas por su costo social y económico, además de las dificultades logísticas para contener nuevas oleadas del virus.
¿El Futuro de Cero Covid?
Con la aparición de nuevas variantes y la disponibilidad de vacunas eficaces, muchos expertos sugieren que es más factible convivir con el virus que eliminarlo por completo. Adaptarse a una estrategia de mitigación y vacunación podría permitir a las economías abrirse mientras se protege la salud pública.