La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado recientemente una advertencia sobre el impacto persistente de la Covid-19 en los avances conseguidos en salud pública durante los últimos años. La pandemia no solo ha sido una crisis sanitaria de envergadura, sino que ha puesto en riesgo los logros alcanzados en la lucha contra enfermedades y en el acceso a servicios de salud críticos.
Impacto en los sistemas de salud global
Desde la irrupción de la Covid-19, los sistemas de salud de todo el mundo se han visto sometidos a una presión sin precedentes. Muchos países han experimentado interrupciones significativas en servicios esenciales, como los programas de vacunación rutinaria, controles de enfermedades crónicas y servicios de salud materna e infantil. Estos efectos colaterales amenazan con deshacer años de progresos.
Repercusiones económicas y sociales
Aparte del impacto directo en la salud, la pandemia ha tenido profundas repercusiones económicas y sociales. La crisis ha exacerbado las desigualdades existentes, afectando de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables. La pérdida de empleo y el deterioro económico han limitado el acceso a servicios de salud, lo que complica aún más el panorama.
Medidas proactivas para mitigar el impacto
En respuesta, la OMS insta a los países a adoptar medidas proactivas que aseguren la continuidad de los servicios esenciales. Esto incluye fortalecer la infraestructura sanitaria, garantizar el suministro de recursos médicos y adaptar políticas de salud pública que sean inclusivas y equitativas. Además, la cooperación internacional es clave para compartir recursos y conocimientos.