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| Francisco Miralles |
Campechano, en mangas de camisa y poniéndose al día con sus nuevos colaboradores, Francisco Miralles (Bayarque, Almería, 1959) especialista de Atención Primaria en Murcia, recibió este miércoles a ACTA SANITARIA para avanzar algunos de sus proyectos. Sindicalista casi desde estudiante, reconoce que los nuevos tiempos demandan nuevas soluciones y que éstas tienen que venir de apoyo de los afiliados.
Acta Sanitaria.- ¿Qué supone hacerse cargo de la Secretaría General de CESM en estos momentos de crisis económica y profesional?
Francisco Miralles.- Supone valor. Hay que tener valor, efectivamente, para asumir en estas circunstancias un cargo con las responsabilidades que tiene ser Secretario General de la Confederación, adonde todos los médicos miran cuando tienen problemas. Cuando las cosas van bien, se mira a todos sitios. Responsabilidad, valor y ganas de trabajar.
A.S.- Y ¿qué puede hacer CESM en estas circunstancias?
F.M.- ¿Qué puede hacer el sindicato? La pregunta es ¿qué podemos hacer los médicos para que el sindicato pueda hacer? La confederación es el conjunto de sindicatos autonómicos. CESM, a nivel nacional, ejecutivamente tiene poco qué hacer, salvo que los sindicatos autonómicos tengan mucha presencia. Pero los sindicatos ya no hacemos nada, hacemos lo que podemos con nuestros afiliados, cada vez más. Porque esto de las subvenciones pasó a la historia. Lo que nuestros afiliados y simpatizantes sean capaces de hacer es lo que tenemos que hacer nosotros, lo que ellos consideren que es bueno para la profesión y que necesitamos los médicos es lo que debemos hacer los sindicatos autonómicos y la CESM, para que realmente se sientan identificados y representados por esta organización.
A.S.- ¿Cree que habría que buscar otras formas de negociación?
F.M.- Sí. Indudablemente hay que innovar. Hay dos cuestiones que están pasando a mejor vida, fundamentalmente por el rodillo que está aplicando esta administración, con un poder político ahora hegemónico. El PP está ejerciendo su responsabilidad de gobierno, ya que los ciudadanos le han votado, y está tomando muchas decisiones. Una de las tomadas es pasar mucho de las mesas de negociación oficiales e imponer la vía del decreto. Por tanto, la negociación clásica de las mesas ya tiene poco sentido. Hay que innovar y tratar de que nuestra relación con las administraciones y los gobiernos sea diferente. ¿Cómo? Desde nuestro punto de vista, creando estructuras nuevas y haciendo propuestas. Lo más importante es que el primer documento encima de la mesa lo pongamos nosotros. Tenemos que empezar a tomar la iniciativa. El médico debe de sentirse representado. Eso es lo que significa el nuevo sindicalismo profesional. Si realmente las administraciones quieren que este sistema de salud, que hay que renovar, no pierda nunca el centro, que es el paciente, tendrá que hablar con nosotros.
A.S.- En este sentido, ustedes ya han reclamado una mesa específica para los médicos. ¿Cómo se plantea la relación con otros sindicatos sanitarios?
F.M.- Yo creo que la relación será como siempre, buena. Armar una mesa específica para los médicos no debe de ser un problema ni para la enfermería ni para ningún otro colectivo. Al contrario. Primero, porque si hubiera una mesa específica para el médico, probablemente habría razones para que hubiera más mesas específicas. No es excluyente. Cada actor tiene cosas que decir. Muchas veces, de la confrontación entre nosotros se aprovecha la administración, argumentando agravios comparativos o cuestiones similares para no sacar las cosas adelante. El tener parcelas no va contra nadie. Tiene que ver con que somos los profesionales que más participan en las decisiones sobre salud, las que conllevan más gasto y, por tanto, queremos tener esa interlocución directa con el proveedor de los servicios.
A.S.- ¿Cómo percibe la situación actual del Sistema Nacional de Salud?
F.M. - Mal. Creo que necesita un gran pacto y por el camino que vamos, si había alguna posibilidad, están haciendo todo lo posible para que no lo haya. Nuestra obligación sigue siendo la de exigir ese pacto entre políticos, ciudadanos, los que trabajamos en esto. Todos deberíamos de establecer algún consenso para que la sanidad sea igual para cualquier español esté donde esté.
A.S.- En estos momentos hay conflictos planteados en varias comunidades por el incremento de los horarios laborales, entre ellas en Murcia. ¿Qué opina de la posibilidad de una huelga sanitaria?
F.M.- Yo creo que las huelgas sirven para poco. Los médicos nunca queremos una huelga. Yo, que soy muy asambleario en mi comunidad y recorro los hospitales, percibo que los médicos están dispuestos a todo, menos a hacer huelga. Entienden que va contra sus pacientes y, por tanto, contra sus principios. A veces nos llevan a tal situación que no te queda más que plantear este conflicto, lo que significa el fracaso de todo y ya da igual que la huelga tenga seguimiento o no. No es una herramienta que debamos usar frecuentemente ni algo para descartar. No estamos planteando huelgas para pedir más dinero