Mikel Sánchez
El País Vasco cuenta ya con 1.931 desfibriladores automáticos instalados en espacios públicos y fuera del ámbito sanitario. Casi cuatro años y medio después de la aprobación por parte del Gobierno Vasco del Decreto que regula su instalación y uso y que establece la obligatoriedad de su instalación en espacios públicos concurridos, el número de defibriladores se ha multiplicado por cuatro. "Su implantación ha alcanzado una cuota alta no sólo en los lugares más concurridos en los que se establece su obligatoriedad. Estamos cumpliendo el objetivo con el que el Gobierno Vasco aprobó el decreto hace ahora más de cuatro años", expresó el director de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria del Departamento de Salud vasco, Mikel Sánchez.
Comentarios
Guardar
