En el marco del acelerado crecimiento poblacional global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU-Hábitat alertan sobre el incremento paralelo de las desigualdades en diversas áreas clave. Mientras las ciudades siguen expandiéndose para acomodar a un creciente número de habitantes, las disparidades en el acceso a servicios esenciales, como la salud, se hacen cada vez más evidentes.
Crecimiento Poblacional y Repercusiones en la Salud
La OMS ha destacado que la urbanización, si bien trae consigo avances económicos y tecnológicos, también puede exacerbar desigualdades sociales, especialmente en la atención sanitaria. A medida que la población mundial aumenta, la presión sobre los sistemas de salud se intensifica, requiriendo una adaptación constante para garantizar la equidad en la atención médica.
Inversión en Salud: Una Necesidad Crítica
Según datos proporcionados, el Estado y las autonomías planearon invertir 64.487 euros en sanidad en 2016. Este gasto busca no solo ampliar el acceso a servicios de calidad, sino también responder a los retos que plantea una población en crecimiento. Sin embargo, la inversión sanitaria debe estar acompañada de políticas integrales que aborden las brechas en los determinantes sociales de la salud.
El Rol de ONU-Hábitat: Planificación Urbana Sostenible
ONU-Hábitat enfatiza la importancia de planificaciones urbanas sostenibles y equitativas. Una correcta gestión del crecimiento urbano puede contribuir a mitigar las desigualdades en salud, facilitando el acceso a instalaciones médicas, mejorando la calidad del aire, y asegurando un suministro adecuado de servicios básicos.
Desigualdades: Un Obstáculo Estratégico
En este contexto, tanto la OMS como ONU-Hábitat invitan a los países a reconocer y abordar de manera proactiva las desigualdades emergentes. Una estrategia global, centrada en la equidad, es esencial para asegurar que los beneficios del crecimiento poblacional y el desarrollo urbano sean distribuidos de manera justa.