Teresa GalindoAlgunas de las consecuencias a este desgaste sufrido por el personal sanitario de las Urgencias, especialmente por los profesionales de Enfermería, son el estrés, agotamiento, desidia, insomnio o malestar general. Acerca de este concepto, la OMS afirma que "el burn-out es un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito".
En el caso del personal de este centro hospitalario este deterioro físico y psíquico viene dado por "la escasez de plantillas, falta de medios, frustración de no poder cuidar con la calidad que se querría y el observar cómo cientos de usuarios deben pasar horas en la Urgencia por la desidia de los responsables de la Administración sanitaria que, año tras año, reducen plantillas, cierran camas y aprueban presupuestos cada vez más menguantes para la sanidad pública madrileña", según SATSE.
Plantilla mal dimensionada
El agotamiento, sentimientos negativos relacionados con el trabajo y eficacia profesional reducida, también son síntomas del burn-out. "Esperamos que no tenga que llegar 2020 para solucionarlos. Llevamos años diciendo que la Urgencia de La Paz está mal dimensionada y que es necesario reforzar plantillas, dotarla de más medios técnicos, abrir camas en las plantas de hospitalización, en vez de cerrarlas, y ofrecer a los centros de salud los medios necesarios, tanto humanos como técnicos, para que funcionen como filtro y que al hospital lleguen las que son verdaderamente urgencias", reclama SATSE.Tal como asegura el sindicato, la sensación de hartazgo e impotencia que se vive en el servicio de Urgencias de este hospital es el principal motivo por el que apoya la huelga de estos profesionales. "Estamos ante una situación insostenible que nada tiene que ver con picos puntuales de demanda asistencial como siempre se vende desde la Gerencia o el Gobierno regional. Los picos de asistencia son permanentes ya sea antes o después de la epidemia de gripe, alergias primaverales o fríos invernales", concluye.