Mónica Kurtys e Isabel Parees
Los trastornos neurológicos funcionales son una de las causas más frecuentes de consulta en Neurología (entre el 15% y 30%, según varios estudios), pueden afectar al movimiento, generando dificultades para caminar, temblor, lentitud, pérdida de fuerza o movimientos involuntarios, y ser muy discapacitantes, tanto o más que una enfermedad neurodegenerativa como el Parkinson o la esclerosis múltiple.
Según los especialistas, "las pruebas diagnósticas realizadas a estos pacientes salen normales, pero no pueden controlar sus movimientos". Por tanto, añadieron que "no es infrecuente que las personas que padecen estos problemas se encuentren en tierra de nadie, experimenten múltiples derivaciones entre psiquiatras, neurólogos y terapeutas, y obtengan pocos resultados y una creciente angustia".
Forma de trabajar
Para la comunidad sanitaria, "los pacientes con trastornos del movimiento funcionales son parte del día a día". Sin embargo, matiza que "hay un gran desconocimiento y poca formación en cuanto a su abordaje terapéutico". "Dada la alta demanda de formación, hemos querido compartir nuestro conocimiento y experiencia organizando este curso", afirmó la doctora Mónica Kurtis, que fue su codirectora."Los pacientes con trastornos del movimiento funcional son muy heterogéneos y nuestra forma de trabajar se basa en un abordaje individualizado a las características del paciente. La coordinación entre todos los miembros del equipo es vital para poder ayudar al paciente", subrayó la doctora Isabel Pareés, que también fue codirectora de este curso del Hospital Ruber Internacional.
