La campaña hace especial hincapié en la importancia que tiene, para el medio ambiente y la Salud Pública, reciclar correctamente los envases y los restos de medicamentos, caducados o que no se necesiten, para darles un correcto tratamiento medioambiental.
Además, de manera particular, la iniciativa reconoce y agradece la colaboración de los ciudadanos para cerrar adecuadamente el ciclo de vida del medicamento y la contribución de cada uno de los agentes del sector farmacéutico para lograr los dos objetivos para los que se puso en marcha SIGRE.
El objetivo medioambiental tiene como fin de evitar que estos residuos se tiren a la basura o se arrojen por el desagüe, con el consiguiente riesgo de contaminación del suelo, el agua, los ríos y los ecosistemas. Y el objetivo sanitario está enfocado en retirar de los hogares los medicamentos caducados, en mal estado de conservación o los restos de tratamientos ya finalizados para evitar problemas derivados de un uso inadecuado de los mismos.
Doble beneficio
Para el director general de SIGRE, Juan Carlos Mampaso, “el doble beneficio, medioambiental y sanitario, que se obtiene reciclando en el Punto SIGRE los envases, vacíos o con restos de medicamentos, ha motivado a los castellano-manchegos a colaborar con esta iniciativa de forma muy activa”.Para ello, los ciudadanos castellano-manchegos disponen de 1.257 Puntos SIGRE y ratifican que el lugar más adecuado para su ubicación es la farmacia, por "la cercanía al domicilio, la seguridad y la confianza en el farmacéutico".
