Las agresiones a los profesionales de la salud han mostrado un incremento alarmante en 2019, constituyendo un problema significativo para el sector sanitario. Estos actos de violencia no solo ponen en riesgo la seguridad física de médicos, enfermeras y demás personal hospitalario, sino que también afectan la calidad del servicio que se presta a los pacientes.
El impacto en la calidad del cuidado de salud
La escalada de estas agresiones repercute directamente en la atención sanitaria que reciben los pacientes. El miedo y la inseguridad entre los trabajadores pueden generar un ambiente de trabajo tenso y, en última instancia, conducir a errores o a una atención menos efectiva. Por lo tanto, proteger a los profesionales de la salud es esencial para garantizar un servicio eficiente y seguro.
Medidas para proteger al personal sanitario
Diversas organizaciones y gobiernos están trabajando para implementar medidas que reduzcan el riesgo de agresiones. Esto incluye formación en gestión de conflictos, incremento de la seguridad en los centros de salud, y la promulgación de leyes más estrictas para proteger al personal sanitario.
El rol de la enfermera escolar
Entre las soluciones propuestas, se encuentra la implementación de la figura de la enfermera escolar, cuyo costo se estima en solo 17 euros anuales por habitante. Esta figura no solo ayudaría a educar en salud desde edades tempranas, sino que también funcionaría como un enlace entre las familias y el sistema de salud, contribuyendo a una mayor consciencia sobre el respeto y el trato hacia los profesionales de la salud.