El documento de posicionamiento de la Asociación Española de Pediatría (AEP) aborda el impacto del COVID-19 en la salud mental de los niños, un tema de creciente preocupación en la sociedad actual. Azucena Díez, destacada especialista de la AEP, citó la incertidumbre y el exceso de riesgo como elementos clave que están influenciando negativamente el bienestar psicológico de los menores. Estas consecuencias abarcan desde síntomas de ansiedad hasta trastornos más graves que requieren atención especializada.
Consecuencias Psicológicas del COVID-19
La pandemia ha introducido una serie de factores estresantes en la vida de los niños y adolescentes. Cambios abruptos en la rutina, el distanciamiento social obligatorio y el desbalance entre las responsabilidades académicas y personales son solo algunas de las fuentes de estrés. Estas situaciones generan un caldo de cultivo propicio para el desarrollo de diversas problemáticas psicológicas.
Incidencia del Riesgo y la Incertidumbre
El exceso de riesgo, mencionado por Azucena Díez, se refiere a la presión añadida por la inestabilidad económica de las familias y la incertidumbre sobre el futuro. Este entorno de inseguridad ha sido perjudicial para la salud mental infantil, incrementando la incidencia de problemas emocionales y comportamentales en los jóvenes.
Estrategias para Mitigar el Impacto
Los expertos recomiendan una serie de estrategias para mitigar este impacto. Estas incluyen el fomento de un entorno seguro y predecible en el hogar, la promoción de actividades que inspiren creatividad y bienestar, y el mantenimiento de una comunicación abierta y honesta sobre los sentimientos y las preocupaciones que puedan surgir en los más pequeños.