La reciente controversia sobre los pagos atrasados a los hospitales privados por parte de la Comunidad de Madrid ha puesto en el centro de atención las posibles prácticas de gestión financiera dentro del sistema sanitario público y sus contrataciones externas. Aunque las autoridades locales han negado la existencia de deudas, tanto miembros de la oposición como ciertos informadores han señalado que sí existen retrasos que, si bien no son irregulares, deberían manejarse con mayor transparencia.
Los hospitales privados, que desempeñan un papel crucial en el alivio de la presión sobre las infraestructuras públicas, han reportado que estos retrasos afectan su operación y la calidad del servicio que pueden ofrecer a los pacientes. La falta de pago oportuno no solo compromete el flujo de caja de estas instituciones, sino que también genera incertidumbre en el personal médico y administrativo.
Por otro lado, el nepotismo en la sanidad de Madrid ha sido otro eje de crítica hacia el consejero de Sanidad. Se argumenta que deben existir mecanismos más rigurosos para evitar cualquier favoritismo en los cargos de gestión que puedan influir en las decisiones sobre la distribución de los recursos del sistema de salud.