En el ámbito de la alimentación saludable, una paradoja que ha suscitado un considerable debate es la relación entre el índice del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y la selección de alimentos más sanos, particularmente aquellos enriquecidos con fibra. Mientras que los productos beneficiosos para la salud deberían, en teoría, ser más accesibles para fomentar su consumo, en la práctica, sucede lo contrario: los productos más saludables, como ciertos panes integrales, acaban llevando la carga de un IVA más alto.
El Impacto del IVA en los Alimentos Saludables
Los productos ricos en fibra, que ayudan a mejorar la digestión y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, a menudo están grabados con un IVA más elevado en comparación con opciones menos saludables. Este fenómeno no solo desincentiva a los consumidores a optar por opciones más saludables, sino que también plantea preguntas sobre la equidad fiscal en las políticas alimentarias.
La Petición de Rebaja del IVA
Organizaciones de consumidores y expertos en salud han subrayado la necesidad de revisar estas políticas fiscales. Abogan por una disminución del IVA del 10% al 4% en productos como los panes integrales y otros alimentos altos en fibra. Tal medida no solo democratizaría el acceso a la alimentación saludable, sino que también podría tener beneficios a largo plazo en términos de salud pública y reducción de costos médicos.
Aspectos Financieros y Sociales
La discrepancia del IVA no es solo un asunto de política fiscal, sino también de justicia social. Una estructura impositiva más equitativa podría motivar un cambio en los hábitos de consumo, alentando a la población a elegir productos que apoyen un estilo de vida más equilibrado y saludable. Además, un menor IVA en alimentos saludables podría estar alineado con objetivos globales para mejorar la salud pública.