"Los recortes del Gobierno del PP en el Estado de Bienestar han convertido al trabajo doméstico, en la única opción de muchas familias para cubrir servicios y prestaciones que no existen o cuyos precios no pueden pagar. Esta tendencia va más allá. Los recortes del Gobierno del PP en Dependencia también han afectado a los beneficios de las empresas adjudicatarias de estos servicios", afirma UGT, que añade que, en estas circunstancias, "la competencia y búsqueda de beneficios entre estas empresas del sector de la Dependencia es más voraz y repercute negativamente en las condiciones laborales de sus trabajadores, para tratar de compensar esta situación".Según el sindicato, el principal escollo para alcanzar un acuerdo es la pretensión, por parte de las patronales, de incluir entre las funciones del gerocultor tareas que son propias del trabajo doméstico. Una exigencia que UGT considera "inaceptable". Por ello, proponen tres áreas diferenciadas de trabajo -asistencial, residencia y administrativa-, donde se encuadren a los diferentes colectivos de empleados y una definición de funciones y grupos profesionales.